Hoy viernes, 26 de febrero, celebramos que hace 195 años, Santa Joaquina de Vedruna pudo hacer realidad el sueño de Dios para su vida: la Congregación de las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna, ideando un proyecto que comenzó como una apuesta personal y se convirtió en lo que es hoy día: una realidad educativa que atiende a miles de personas por todo el mundo.
Santa Joaquina tenía una gran utopía, “Abrazar las necesidades de todos los pueblos.
Ella formó parte de su tiempo y quiso dar una gran respuesta a la sociedad donde ella vivía y que quería cambiar.
Para ello siempre se acercó a la realidad, tomó conciencia de las necesidades, asumió riesgos, se atrevió a innovar y a comprometerse a fondo:
· para promover la educación de las mujeres,
· para asistir a los enfermos pobres,
· para sostener y acompañar a los excluidos.
y “hacer así presente en la tierra el Reino prometido a los pobres”.
Estas cinco respuestas que se forjaron hace 195 años son la base de la misión de todas las personas, ya sean religiosos o laicos que, siguiendo su estela, caminan hoy por el mundo trabajando por mejorarlo, por devolver la dignidad que tantas personas han perdido y por hacer presente esa frases suya tan famosa, ”Todo por amor nada por la Fuerza”.
Joaquina está presente en cada uno de nosotros que como laicos comprometidos con el carisma Vedruna, tenemos a Jesús como motor de nuestra vida y seguimos a Joaquina que es para nosotros ejemplo y modelo de entrega a Dios y servicio a los demás y trabajamos por lograr todo lo que ella soñó.
Joaquina decía, “Quiero que mis hijas vayan a muchas partes”. Vedruna está presente hoy en 3 países de Europa, 14 América, 4 de Asia y 5 de África.
Para que un deseo se convierta en realidad hace falta creer ciegamente en él e impulsarlo con convicción. Ese fue el papel de Joaquina y eso es lo que celebramos hoy. Nuestro deseo es que vivamos con la alegría de sabernos miembros de una familia y de un proyecto
¡FELICIDADES A TODOS LOS QUE SEGUIMOS SUS HUELLAS!